Todos somos conscientes de que aprobar el carnet de conducir no nos convierte en expertos conductores. Simplemente te habilita para conducir un vehículo legalmente, sin más. Por suerte o por desgracia, cuando recibes un diploma con tu nombre acompañado de “instructor de Pilates” o cualquier otra disciplina ocurre algo similar. Acredita que sí, que recibiste una formación sobre Pilates que te costó esfuerzo, tiempo y dinero. Un curso que considerabas supercompleto hasta que llegas a clase el primer día y llega María, que de vez en cuando tiene lumbalgia; Paco, al que le operaron del menisco hace poco pero quiere volver a correr lo más pronto posible o Ana, con un sobrepeso evidente que le dificulta el movimiento en determinadas posiciones.
fuente: http://nataliagomezdelpozuelo.com
Tú habías preparado una clase muy bien estructurada con los ejercicios del repertorio perfectamente enlazados tal y como te dijeron. Aunque empiezas a dudar de si Ana…
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